ESCRITOS



La Última Cena:



Como buenos amigos que durante años no se encontraban, esa noche decidieron juntarse a cenar. La serpiente se acomodó en la punta de la mesa y desde allí observaba el escenario. Quieta, inmutable y silenciosa.
Fue entonces cuando la Lechuza sabiamente tomó la palabra y dijo:
-No sé si ustedes lo notaron, pero el aire no parece el mismo, me cuesta recordar los vuelos plácidos de años atrás y la levedad de mi cuerpo.
Es cierto lo que dices, contestó el tigre, yo tampoco puedo imaginar  la fuerza de mis piernas al correr, o  el bendito placer de saciar mi hambre
El conejo lleno de temor y sin dejar de moverse miraba como la  serpiente sonreía y seguía inmutable, entonces, con la agudeza de su espasmo, dijo:
-No me sucede lo mismo, yo sigo igual con los años, me escondo en todas partes, escapo con la velocidad de una luz y como lo más rápido que puedo. A veces sigo olvidándome de hacerlo.
Y se lanzó abruptamente sobre los  vegetales desparramando todo y deglutiendo de manera mecánica sin lograr reconocer que comía.
La serpiente, tan hermosa e intrigante, misteriosa y ausente, seguía en un silencio absoluto, solo observaba como el conejo devoraba vegetales, como el tigre corría lentamente detrás de un pedazo de carne que nunca alcanzaba y como la lechuza parpadeaba sin poder fijar su mirada.
Luego de horas de que cada uno se concentrara en lo suyo, de que la lechuza pensara en volar, de que el tigre se cansara de correr sin llegar, y  que el conejo no descubriera sabor alguno, la serpiente  dirigió su mirada a cada uno de ellos y les dijo:
-Tu, lechuza, pronunciaste la palabra recordar, y tu Tigre, la palabra imaginar. Tu, pequeño amiguito insaciable, dijiste la palabra olvidar.
La mente…queridos amigos, no es un lugar para que las cosas sucedan.
Y en ese instante, con la levedad de su cuerpo, la fuerza de su deseo y olvidando cualquier límite… la serpiente cenó al conejo.



Soledad.

28/02/12





La relación entre las personas y las cosas


Ya son demasiadas las veces en que tengo que declarar que no estoy enamorada.

Tengo esa extraña sensación, la del diagnóstico de la locura, donde la pobre loca repite mil veces no estarlo y es en ello donde recae la certeza de su locura.
No obstante, y en todo caso, me declaro loca, insana, desquiciada, alucinada, alunada y lunática… una irregularidad, pero no enamorada.
Es probable que las personas, por su sola característica de persona, confundan al enamoramiento con una locura pasajera que les permite acceder a estados creativos y sensibles de esos que suelen describir como… caminar en las nubes, tocar el cielo con la puntita de los dedos, reírse de cualquier cosa, no darle importancia a la mirada de los otros y bailar en el banco ó cantar en el súper, quedar suspendido en un recuerdo o extrañar sin sentido lo que parece no extrañable tan sólo porque nunca ocurrió.
La diferencia - diría yo- no parece clara para las personas que atareadas en sus cuestiones personalísimas, tan propias de las personas, sólo miran con los ojos y escuchan con los oídos.
Las personas son así, caminan con los pies cubiertos de zapatos y pegaditos a la tierra, comen con la boca, duermen en sus camas, lavan la ropa y escurren sus almas porque les molestan las gotitas.
Las personas planchan las sábanas y de tanto en tanto los sueños, miran el reloj para nunca llegar tarde a donde no deberían haber ido, anotan en anotadores las citas olvidables y los nombres de otras personas y los teléfonos de las llamadas que no harán jamás.
Las personas se acuestan temprano y duermen con sueño y sin sueños, se lavan los dientes y sin darse cuenta le sonríen al espejo y nunca piensan en lo poco que muestran sus dientes sonrientes si el espejo es otra persona. Las personas ponen etiquetas a sus cajas…” cosas importantes” “cosas poco importantes” “cosas para tirar”, he sabido que a veces en esas cajas y con categoría de cosa también guardan personas - Me horroriza saberlo - las hacen pequeñitas para que entren y no molesten ni se desparramen por los rincones de la casa.
A las personas les gustan las personas y las cosas que hacen y dicen las personas.
Ya adultas, las personas encuentran a otra persona y allí sucede el milagro… por un instante se olvidan que solo son personas y se enamoran experimentando ese síntoma que confunden con la locura, sin embargo esto dura poco tiempo y lo resuelven como lo hacen las personas… lavan el auto todos los sábados a la tarde -a veces los entristece el modelo del auto y no poder cambiarlo- compran modernos electrodomésticos innecesarios, tienen hijos, porque las personas tienen la certeza que una personita - como les gusta llamarlos- logrará hacerlos sentir mejores personas… sin embargo, tristemente convierten a sus hijos e hijas en…Personas
Las personas, nacen, y luego van a escuelas de personas y a universidades de personas donde se les enseña a ser personas. Algunas y algunos se distraen, se rebelan, se niegan cruda y formalmente a ser personas -nunca lo logran del todo- pero aprenden a usar disfraces que lo hacen ver como personas.
Esta clase taxonómicamente estudiada por la Ciencia de las personas, presenta irregularidades atendibles dentro de la genialidad, la excepción, la admiración… esto sucede si tienen buena prensa, si consiguen un editor ó exponen sus obras con buen marketing. En caso de no ser así, las irregularidades serán atendidas con términos como… diferentes, especiales ó inadaptados.
Las personas son tan buenas personas, que han organizado todo para que las irregularidades sean corregidas a temprana edad y en caso de no lograrlo… crearan normas que regulen lo necesario. Y es que las personas creen siempre que…
¿Cómo era?... Ah sí, “Lo perfecto es enemigo de lo bueno” sin embargo declaran que lo que no es perfectamente correspondiente con sus categorías, no es bueno.
Somos lindas las personas ¿No? ¿Qué sería de las personas si no supiéramos que somos personas? Por dios!!! Nos perderíamos la posibilidad de enamorarnos por unos 3 o 4 meses y tendríamos la terrible costumbre de vivir enamorados de ninguna persona y no pagaríamos las cuentas a tiempo, ni plancharíamos las sábanas, Que horror!!!
No anotaríamos en anotadores y los fabricantes de agendas se verían en bancarrota, no sabríamos quienes son las otras personas y tendríamos que conocernos a nosotros mismos y pensar en el espejo y desparramar las sonrisas sin que él esté al frente.
Dios no salve de tanta irregularidad!!!! Se mezclarían las cajas, y no sabríamos donde poner lo que corresponde y lo que no corresponde, no podríamos medir las profundidades de las no emociones que nos generen las emociones, haríamos locuras y viajaríamos kilómetros tan sólo para revelar alguna incógnita… peor aún… Tendríamos una incógnita y eso no nos dejaría dormir en nuestras camas y nos haría perder el apetito.
Gracias a Dios, la Ciencia ha confirmado que las irregularidades no son contagiosas y es por eso que las personas les permiten a éstas compartir los cines -aunque nunca ven las mismas películas- andar por las calles –sólo disfrazadas de personas- y comer chocolates.
Hace poco se llevó a cabo una convención de personas, las cuales amablemente redactaron los derechos de las irregularidades y los declararon derechos personalísimos.
De todas formas, no existen aún irregularidades en los ámbitos judiciales, aunque se les permite a algunas irregularidades acceder a la facultad de Derecho.
Las relaciones entre las personas y las irregularidades parecen cada vez más mediadas y más…personales -más allá de algunas irregularidades- el mundo compartido encuentra la paz, la serenidad, la corrección y las superficialidades necesarias que omitan cualquier tipo de profundidad innecesaria.
Las personas siguen su vida tranquila y sólo se encuentran fascinadas ante algunas irregularidades, que siguiendo sus buenas costumbres, juntan sus palabras, sus colores y desaparecen sin causar daños colaterales a las personas.
Se permite a las personas, solo de ser necesario, recordar irregularidades para no olvidar lo buenas personas que son. En caso de necesidad y urgencia existen diferentes rendijas en las paredes de las casas de las personas por medio de las cuales se puede espiar las irregularidades y satisfacer las necesarias fascinaciones personales, no significando esto un estado de locura ni algún tipo de profundidad indeseable ya que las personas no presentan esas cualidades y las irregularidades no pueden contagiarlas.
En caso de poseer algún objeto irregular –llámese bufanda- no debe tener precaución alguna ya que los objetos pueden ser irregulares pero jamás ser una irregularidad, para las personas solo son objetos.
Expertos señalan que en ocasiones las irregularidades pueden ser vistas en lugares impropios y lejanos, no hay que darle demasiada importancia a esas visiones, en todo caso cualquier persona puede convencerse de que no vio nada o que era un espectro.
Si una persona requiere, para su mayor tranquilidad, estar en lugares seguros donde nunca encuentre una irregularidad, se les recomienda asistir a locales comerciales de electrodomésticos, a centros de Yoga, a misa los domingos ó a esos lugares donde las personas socializan su personalidad.
De todas formas, las personas pueden estar tranquilas, las irregularidades como la mayoría de los animales, le tienen pánico a las personas. Se saben que son muy pocas y la posibilidad de encontrarse con una de ellas, si se da, es una… en un millón de vidas.


Soledad






DESMEDIDA

Tengo que medir la risa
y tambien, medir la noche
y cada una de sus estrellas
Medirlas bien mediditas
a lo largo y a lo ancho
de la vía lactea

Tengo que medir la bronca
y después medir el olvido
La medida de las lágrimas
y de los desencuentros
Medir el grito en la distancia
y el silencio en el vacío

Debo medir la profundidad
del deseo de hacer ruido
Medir la Sisa y la cadera
de mi cuerpo entre las sábanas
Ser medida y mesurada
Medir lo que no digo
Medir el trazo y la linea
para que nada quede
sin ser medido
Y entonces, luego
Sin tiempo, sin calma ni alivio
ROMPERLO TODO!

Y morirme de risa con vos
y pasar la noche mirando estrellas
y despedir a la bronca y al olvido
Desatar la Libertad de sus mil nuditos
y profundamente besarte
ejecutando la música de todos
y cada uno de tus ruidos
Dibujar con trazos dulces
las lineas de tus manos y mis caderas
Jurarte que no existe el tiempo
y gritar lo que no digo
y entregarme al inconciente deseo
de ser yo.
La incorrecta, la inexacta...

Tu desmedida irregularidad



Soledad