jueves, 27 de agosto de 2009

Una mariposa Viajera


Hola!!! quería contarles que me voy a Córdoba.
que la valija ya está lista y las ganas son enormes.

Seguramente de allí traeré un par de inquietudes a compartir, unos alfajores y el sabor de reencontrarme con los que quiero, con los recuerdos y con un par de sueños.
Les dejo una peli para que vean, Amelie. Una buena chica de esas que caminan solas y coleccionan piedras, no se olviden del chocolate y abran un poco las ventanas creo que la primavera está llegando.
Nos reencontramos pronto!

Gracias por leerme y cómo siempre... Buena y Cálida vida.

Hasta pronto Gente.
Sol


lunes, 17 de agosto de 2009

Lo femenino


Buenas tardes, permiso..

Hoy quiero compartir algo que surgió luego de la lectura de "Las Venus Feas" un relato que pertenece al Libro Negro de Giovanni Papini, que amablemente me envió un amigo con quien comparto excelentes charlas.

“A pesar de la colección de las Venus mi vida continúa siendo triste y desconsolada. Me veo obligado a aturdirme en los negocios así como otros se aturden en el juego o en la guerra.”

Cuanta ansiedad se expresa por medio del género, ¿no creen?
Maravillosa locura el ser femenino que concentra el deseo y la resistencia en un mismo tiempo y espacio. Me considero plenamente afortunada de haber nacido mental, emocional y sexualmente femenina. Sin embargo, es notoria la necesidad de trascender esta categoría y no simplemente desde lo físico.
Creo que es evidente que la resistencia a lo femenino ha sido un tormento para lo masculino y sabiamente el universo decreta que a lo que se resiste, persiste.
Sin dudas la negación y la resistencia ha dado formas diferentes a los seres y haceres femeninos, algunos cercanos a la ignominia otros lejanos y muchos más etéreos, otros simples y claros como el agua de un río y algunos….complejos, complejos e inquietantes hasta para sus propias esencias.
Lo maravilloso y exultante de lo femenino es su carácter de sorprendente, de diverso y por ello siempre mutable. Su capacidad multidimensional y el encuentro con la más amplia pluralidad semántica, hace de lo femenino un “Nunca absoluto” inagotable y continuo, devenir constante, cambio y mutación en un eje centrado que no limita el movimiento.
La expresión de lo femenino puede sintetizarse en lo inverosímil, en la sonrisa de mona lisa, en la desnudez de una Venus, en la tragedia de Antígona, en las palabras de Lorca, en la mirada que Gustav Klimt reflejada en esos cabellos rojos y eternos.
Lo femenino es palpable, es sonoro, es aromático, es sustancial es subjetivo, es delicioso y ambiguo, y terrible, y desgarrador.
Un grito al parir, el grito de las Madres de Plaza de Mayo, el grito de los golpes, el grito de placer, el grito cotidiano, el grito silencioso, el grito de auxilio, el grito de victoria, la canción de cuna, las palabras de amor, resuenan en lo femenino.
El olor a comida, el perfume indeleble, la fragancia de cabellos húmedos, el aroma de la piel, impregna lo femenino.
El cansancio, el después, los siempre y los nunca, las eternas esperas y las dolorosas desesperanzas, la alegría infinita de lo invalorable, el dolor absoluto de las pérdidas.
Lo femenino transmuta incansablemente, indomable, insistente, implacable.
Puede ser sometido pero jamás negado, puede ser rechazado y seguirá presente, olvidado en sí mismo para renacer al instante, puede estar existencialmente y desaparecer estando.
Lo femenino es declarado por la resistencia pero lejos de serlo, se define en la persistencia y es allí donde es posible encontrarlo, Luz y oscuridad contraste de lo indefectiblemente femenino.
Contenedor, sabio, impulsivo, resistente, guerrero, vulnerable, emotivo, fuerte, armoniosamente amable, furiosamente imparable, sonoramente feliz, melancólicamente recordado, tanto... como el recuerdo de mi madre.